Historia y Características del Vino Blanco

La mayoría de la gente piensa que el vino blanco solo es ideal para el consumo en los climas más tropicales o en verano, pero a diferencia de otros vinos, se puede combinar y beber en cualquier momento siempre que esté bien elegido.

Suele elaborarse con uva blanca, pero también se puede elaborar a partir de variedades tintas, mediante un prensado muy suave y evitando la extracción de color de la piel. El color del vino blanco varía mucho, desde los cítricos hasta el amarillo dorado.

Historia del Vino Blanco

No está claro cuándo comenzó a producirse el vino blanco. Solo se sabe, a través de artefactos y escrituras, que hace al menos 7500 años el vino provenía de donde se encuentra Irán hoy.

Es un tipo de vino que siempre estuvo muy presente en Oriente Medio, pero no solo allí; en la antigua Grecia ya se producía este vino, tanto que Hipócrates, conocido popularmente en la historia como el “Rey de la Medicina”, utilizaba este vino para curar a sus pacientes.

A mediados del siglo XVI, el vino blanco comenzó a producirse en todo el mundo y sigue siendo uno de los tipos de vino más populares que se consumen en la actualidad.

Características del Vino Blanco

Es normal que un tipo de vino tenga subtipos. En el caso del vino blanco, esta subdivisión se realiza según un conjunto de características como ligereza, aroma y cuerpo. A continuación, hay 3 subcategorías de vinos blancos: ligeros, aromáticos y con cuerpo.

Ligero – se caracteriza por su acidez, aroma a cítricos y suele tener una baja graduación alcohólica. Como su nombre lo dice, son vinos ligeros y minerales.

Aromático – son vinos intensamente perfumados con aromas de frutas dulces, sabor vibrante, fresco y muy jugoso. Pueden tener aromas muy dulces si las uvas utilizadas están muy maduras, pero no tienen altos niveles de azúcar.

Con cuerpo – suelen ser vinos blancos más complejos, con buena presencia de roble y buena untuosidad.

Durabilidad del Vino Blanco después de la apertura

Es normal que cualquier vino haya perdido algunas de sus características al día siguiente de la apertura de la botella, debido al contacto que tuvo con el aire. Por lo general, el vino blanco tiende a durar en el refrigerador hasta 3 días después de abrirse y, cuanto mayor es la acidez, más dura. Sin embargo, es importante mantener la botella cerrada con su propio tapón, para reducir el contacto entre el oxígeno y el vino.

Variedades de uva más utilizadas en Vino Blanco

La gran mayoría de consumidores puede pensar que los vinos blancos se elaboran únicamente con uvas blancas, pero lo cierto es que también se pueden elaborar a partir de variedades tintas.

El color del vino blanco varía mucho: si tenemos un vino incoloro significa que ha tenido un tratamiento blanqueador. Los colores varían entre los cítricos, como es el caso de los blancos de la región del Vinho Verde, y el amarillo dorado, como es el caso de los vinos envejecidos en madera o con maceración de hollejos.

El color de este vino se obtiene gracias a los pigmentos naturales que se encuentran en la piel de las uvas. Para extraer este pigmento, el mosto de uva debe estar en contacto con los hollejos durante el proceso de fermentación. El tiempo de contacto definirá la intensidad del color del vino y, en el caso del vino blanco, ese contacto es casi inexistente.

Existen innumerables variedades de uva blanca que se utilizan para elaborar vino blanco, se estima que existen más de 10,000 repartidas por todo el mundo.

A nivel mundial, las más conocidas son: Chardonnay, Cheninc Blanc, Gewurztraminer, Pinot Gris / Grigio, Riesling, Sauvignon Blanc, Sémillon, Torrontés y Viognier. En Portugal, donde nació nuestro proyecto Velvet Bull, las variedades de uva blanca más conocidas son: Alvarinho, Fernão Pires, Arinto y Encruzado.

Temperatura ideal para beber Vino Blanco

En general, los vinos blancos deben servirse entre 8º y 12ºC pero, para ser más específicos, la temperatura también se puede definir por el tipo de vino blanco a servir:

Ligero o Aromático – 8º a 10ºC

Con cuerpo – 10º a 12ºC

Armonización del Vino Blanco con los alimentos

Armonizar un vino no es tarea fácil, ya que es necesario conocer sus características para poder combinarlo con las características de la comida y obtener lo mejor de ambos mundos.

El vino blanco se divide en tres subcategorías, como se explicó anteriormente, y cada categoría debe armonizarse de manera diferente:

Ligero – debe beberse joven y fresco. Son perfectos para el verano, se pueden tomar como aperitivo, con ensaladas, platos de pescado o marisco.

Aromático – perfecto con mariscos, pescados, carnes blancas y ensaladas, ya que son vinos donde predominan las flores blancas y frutas frescas como manzana, pera, piña, melón y melocotón.

Con cuerpo – va bien con alimentos de sabores fuertes, como un plato de pasta con una salsa más fuerte, pescado al horno e incluso carnes rojas.

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